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Con techo vivo y paredes de adobe
6 de Abril, 2011, 11:03
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Hace más de un año, María Alejandra y Mario construyen su casa con materiales naturales y reutilizables. El proyecto que resultaba la promesa de un nuevo estilo de vida, ya está prácticamente instalado, con huerta orgánica y baño seco incluido. "Es volver a la esencia, porque la tierra es la esencia", dice ella.

El aire es diferente en el interior de la construcción, fresco y amable, acogedor. Todavía falta añadir algunas aberturas, terminar parte del revoque y también del piso, pero la casa ecológica ya tiene las características proyectadas por sus dueños. Es una realidad y cumple con las expectativas que se dispararon en María Alejandra Martínez y Mario Bozzi cuando conocieron la Ecovilla Gaia, en Navarro, provincia de Buenos Aires. En aquella oportunidad, ellos pudieron constatar la frescura de las viviendas, la ausencia de humedad y las facilidades de una construcción natural y más económica. Así surgió la idea, aunque la decisión es aún más comprometida y profunda. No sólo tiene que ver con cambiar materiales por otros, sino con la elección de un estilo de vida asociado definitivamente a la naturaleza.
CON HISTORIA. Hace más de un año la pareja trabaja en la construcción de la casa, ubicada a un costado del predio del INTA, sobre el tramo final de Oro Verde. Lo primero fue realizar los cimientos —esto sí con materiales tradicionales— y un zócalo de 40 centímetros de alto. Sobre esa edificación, se levantó un entramado de madera que posteriormente se fue rellenando con ladrillos de adobe. "El revoque grueso se hizo con una mezcla de tierra con bosta que se deja fermentar en agua unos días y después se mezcla con arena y pasto", explica Mario y especifica que el revoque fino, la cobertura final de la pared, "se hace con la misma mezcla, pero sin pasto y se le agrega un poco de aceite de lino".
El resguardo superior de la casa tiene, también, sus particularidades, especialmente por el pasto que allí crece. "Es un techo vivo, que lleva madera, un naylon encima y arriba tierra, 20 centímetros de tierra, con pastito y todo; el techo es como un jardín", define María Alejandra y Mario explica que requiere, exactamente, los mismos cuidados que un jardín. "Ya subimos a cortarlo dos o tres veces con una moto guadaña". "Las ventajas son, primero, que la aislación térmica es impresionante. Estos techos los hemos visto en Santiago del Estero y en Jujuy, por ejemplo. Y además, es mucho más barato ese techo que uno de hormigón o de chapa, incluso que el de paja que sale tan caro como el de zinc y que hay que cambiarlo cada 10 años", explican.
NATURAL. La casa utilizará energía solar y el baño seco ya está instalado y en funcionamiento: la materia fecal va a parar a un depósito con lombrices y se reconvierte en compus, en tanto que la orina llega a un recipiente a través de una manguera, donde es diluida en agua y reutilizada como fertilizante. En el fondo del espacioso terreno está la huerta: de momento hay plantado rúcula, habas, pimientos y más allá se emplaza una "abonera" donde van a parar todos los residuos orgánicos que se producen en la vivienda. "Acá lo que sacamos de basura es muy poquito, porque todo lo orgánico está acá y se termina utilizando como abono", señala Mario y destapa un rectángulo de dos por dos metros, cubierto por un nylon, donde se mezclan los residuos orgánicos, sin soltar al aire fresco de la tarde olor alguno.
TRABAJO. La visita de EL DIARIO se da de improviso para la pareja: María Alejandra trabaja sobre la tierra con una pala y Mario está dedicado a su labor en el interior de la vivienda. El día es espléndido, es más, en la casa de los vecinos un humo prometedor se eleva sobre la parrilla y cualquiera podría pensar que no hay nada mejor para hacer que eso: un asado, un regio asado. Son poco más de la una y ellos sin embargo siguen enfrascados en la tarea de avanzar en el proyecto de la casa propia y natural. "Tenemos que terminar los revoques, hacer los pisos, tapar algunos huecos, ahí va un vidrio completo, que estamos esperando que nos hagan el marco", señala Mario y no sin algo de ansiedad calcula que "en marzo se cumplió un año desde que empezamos, esperamos terminarla este año. Si no llueve mucho, yo creo que llegamos bien", dice y sonríe.
En la zona, claro, todos los vecinos conocen la vivienda. Basta con mencionar la casa de barro, para que de inmediato se precisen las coordenadas exactas. Es que en poco tiempo, indudablemente, la casa ecológica será un nuevo punto de referencia en Oro Verde.
˝Volver a la esencia˝
MARÍA ALEJANDRA Y MARIO trabajaron con albañiles en el comienzo de la obra y circunstancialmente contrataron a algún especialista. Por ejemplo, hace poco vinieron a instalar las cañerías para el agua. Pero el resto, su gran mayoría, lo hicieron ellos mismos, con la colaboración de amigos que se sumaban en las jornadas de trabajo. "La experiencia es fantástica, maravillosa, primero te hace sentir muy bien saber que vos podés hacer tu casa, es una experiencia increíble. Y después el hecho de compartir con otra gente que viene a laburar el fin de semana, hace que termine siendo una fiesta", define Mario. Para María Alejandra, directamente, el trabajo con la tierra "es volver a la esencia, porque la tierra es esencia. Muchas veces he venido con otra onda, con dolores y te ponés a trabajar con la tierra y se te va todo", asegura.
Fuente: http://www.eldiariodeparana.com.ar/textocomp.asp?id=194779
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“Arquitectura Conciente”: aprovechamiento de agua pluvial
5 de Abril, 2011, 15:25
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Mientras a nivel mundial se plantea la escasez de agua, el IUNA inaugurará una obra tendiente a recuperar y utilizar el agua de lluvia como recurso. La idea del proyecto es convertir la lluvia en una solución, a partir de su almacenamiento y uso para fines que no requieran agua potable, como por ejemplo riego, lavado de veredas, autos y extinción de incendios, hasta el aprovechamiento de los desagües de los lavatorios para cargar los depósitos de los sanitarios.

La escasez de agua es una realidad creciente en el mundo. Las reservas están en un progresivo agotamiento y el tema forma parte de toda agenda gubernamental, ya que las estrategias destinadas a la conservación del agua deben implicar factores que van desde lo ecológico, lo económico y lo social hasta lo político. Por lo tanto, es importante incrementar el aprovechamiento del agua disponible reduciendo al mínimo toda pérdida, a través de medidas preventivas que apunten a su ahorro y uso racional.
La Ciudad de Buenos Aires sufre periódicamente inundaciones que impactan en la población. Las consecuencias de tal impacto fueron analizadas y plasmadas en el proyecto "Arquitectura Conciente" del Arq. Fernando Couto, ex secretario de Infraestructura y Planeamiento Edilicio del IUNA. El proyecto propone considerar el agua de lluvia como un recurso y no como un problema, mediante su almacenamiento y uso para fines que no demanden agua potable (riego, lavado de veredas, autos, extinción de incendios, etc.).
"La lluvia es la más limpia de las formas en que el agua se presenta ante nosotros. Sólo tomó contacto, en su paso por la atmósfera, con las mismas sustancias que habitualmente respiramos. Además, no requiere el aporte de energía para su elevación, porque ya está encima de nosotros", explicó Couto a InfoUniversidades. La propuesta consiste en un sistema de retención de una cantidad de agua de lluvia por medio de canaletas colectoras que la conducen desde los techos hacia un depósito de reserva subterráneo; de este modo se alivia la red colectora pública, la posibilidad de inundaciones queda reducida y el agua pluvial se emplea en diferentes actividades que no requieran su potabilización.
En 2006 la sede del departamento de Artes Dramáticas del IUNA aprobó un proyecto de obra para crear nuevas aulas y servicios. Este tipo de ampliaciones exige, siempre según norma municipal, el incremento de la reserva de agua para extinción de incendios. De acuerdo a esta necesidad, la profesora Sandra Torlucci, decana del departamento y la rectora del IUNA, Liliana Demaio, decidieron aprobar la propuesta de "Arquitectura Conciente", que plantea la recolección de agua de lluvia en el techo del edificio y su almacenamiento a fin de proporcionar el volumen necesario en caso de un siniestro.
El agua de lluvia presenta una serie de ventajas: es muy limpia en relación con otras fuentes de agua dulce disponibles y es un recurso gratuito e independiente de las compañías proveedoras. El proyecto contempla también el aprovechamiento de los desagües de los lavatorios para cargar los depósitos de los sanitarios, lo que ahorra alrededor de 2.000 litros diarios de agua.
Obras como la que llevan a cabo el IUNA y el departamento de Artes Dramáticas se corresponden con la necesidad de una urgente reflexión sobre el cuidado del medio ambiente. Es importante que el uso adecuado de un bien tan escaso como el agua se transforme en una práctica sistemática, una cultura que se construya a través de políticas proclives a la toma de conciencia, pero también desde los establecimientos educativos, impulsando el uso responsable de los recursos naturales.
Betina Bróccoli
Prensa y Difusión - Secretaría de Desarrollo y Vinculación Institucional Instituto Universitario Nacional del Arte
Fuente: http://infouniversidades.siu.edu.ar/infouniversidades/listado/noticia.php?titulo="arquitectura_conciente":_aprovechamiento_de_agua_pluvial&id=518
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Noem, sostenible y modular
28 de Marzo, 2011, 15:11
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Con un consumo anual de sólo 15kW/h por m2, es un proyecto fabricado según la exigente normativa PassivHausLa compañía ThinkCO2 ha desarrollado un nuevo concepto de construcción sostenible bajo tres premisas preestablecidas: que minimizara las emisiones de CO2, que fuera completamente autónomo y que destacara por su movilidad. El proyecto, llamado Noem (no emissions living), es una casa modular, de volúmenes habitables y de materiales naturales y autóctonos, que no emite gases contaminantes.
Noem tiene dos módulos combinables entre sí: Space y Hub. El primero es diáfano con una estructura de madera maciza del Pirineo y dos paredes laterales que son personalizables. El segundo es el módulo en el que están las instalaciones de uso y distribución de agua, energía y soluciones bioclimáticas.

La instalación del kit off grid garantiza una autonomía total a Noem. Es decir, la autogeneración de energía a través de paneles solares fotovoltaicos y térmicos, el suministro de agua con depósitos de recogida de agua pluvial y depósitos adicionales de almacenamiento de agua, un circuito de aguas grises y un váter seco. El proyecto, fabricado siguiendo la normativa de PassivHaus, no incorpora sistemas de caldera ni bombas de calor y regula la temperatura interior gracias a su orientación, a la ventilación cruzada, al aislamiento y al aporte interno del calor corporal de los ocupantes. Todo ello permite que el consumo energético anual sea inferior a 15 kW/h por m2.
La energía eléctrica, conectada a una red de baterías que alimenta dos redes: una a 12V y otra a 220V, se autogenera con la lámina solar integrada en el techo del módulo Space. Se ha aprovechado la totalidad de su superficie útil, que permite colocar seis paneles solares fotovoltaicos de 136 Wp, que suministran una potencia total de 840 Wp.

El techo de Noem (Space+Hub) está provisto de canalizaciones que recuperan el agua pluvial de una superficie de 24 m2, y de un sistema de filtros y depósitos que garantiza la autonomía del consumo medio de agua de una familia de cinco personas durante 30 días. El agua sanitaria se calienta mediante unos tubos de vacío ubicados en el techo de Hub, los cuales, diariamente, pueden calentar un depósito de 100 litros sin más energía que la de la bomba de recirculación. El circuito de aguas grises consta de un váter seco que separa orina y materia fecal para evitar la propagación de olores. Ambos elementos son tratados y finalmente se utilizan para riego y compostaje.
El 80% de la materia prima es madera y casi la totalidad procede de Cataluña. Los abetos son del Pirineo, las láminas, de Solsona, y la lana para aislar las casas, de ovejas de Vic. Los troncos se han descortezado, secado, cortado, tratado y lijado en una planta de la cordillera para minimizar el impacto de CO2.-
Enric Aulí y Jordi Fernández
INTEGRAL
http://www.larevistaintegral.com/6811/noem-sostenible-y-modular.html
http://www.noem.com/Sitio_web/Noem_Construccion_Sostenible_Home.html
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Sostenibilidad y sistemas urbanos
23 de Julio, 2010, 21:39
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Es necesaria una transformación profunda de la concepción de las ciudades. Y ésta no puede ser una simple reforma administrativa ni un cambio del diseño de sistemas y estructuras porque tiene que incorporar una serie completamente nueva de prioridades y principios. La finalidad y la función futuras de las ciudades y las actividades de la vida urbana, tienen que ser el centro de la conciencia social y política a un nivel primario.
El primer paso hacia la reconceptualización de las áreas urbanas consiste en reconocer que todas se sitúan en biorregiones locales, dentro de las cuales pueden llegar a ser autosuficientes y sostenibles. Suelos, aguas, plantas y animales nativos, clima, variaciones estacionales y otras características naturales de la ubicación geográfica de una ciudad constituyen el ámbito básico de la consecución de los recursos esenciales de alimentos, agua, energía y materiales. A fin de que esto se haga de una manera sostenible, las ciudades tienen que identificarse y tienen que establecer una reciprocidad equilibrada con los sistemas naturales. No sólo tienen que encontrar fuentes cercanas para satisfacer las necesidades humanas sino que también tienen que adaptar aquellas necesidades a las condiciones locales. Tienen que mantener las características naturales que todavía permanecen y restaurar lo máximo posible las que han quedado dañadas. Por ejemplo, restaurar bahías, lagos o ríos contaminados para que vuelvan a ser hábitats sanos para la vida acuática puede contribuir a mejorar la autosuficiencia de las áreas urbanas en la producción de alimentos.  Las distintas áreas geográficas tienen condiciones diferentes, según sus características naturales. Hay que reconocer un conjunto de valores con una base biorregional, y después estos valores deben orientar las políticas municipales. Pueden servir de guía unos cuantos principios básicos que gobiernan todos los ecosistemas:
a) Interdependencia: aumentar la conciencia de los intercambios entre producción y consumo de recursos, a fin de relacionar más el suministro, la reutilización, el reciclaje y la restauración; reducir la explotación no equitativa; b) Diversidad: apoyar amplias gamas de medios de satisfacer las necesidades humanas y una multiplicidad de expresiones culturales, sociales y políticas; resistir las soluciones de interés único y la monocultura; c) Autorregulación: estimular actividades descentralizadas realizadas por grupos de barrio; fomentar la participación y la toma de decisiones a nivel de barrio; d) Estabilidad a largo plazo: orientar las políticas para que funcionen bajo condiciones distintas y a lo largo de diferentes generaciones; minimizar los programas de corto plazo y los remedios a base de poner remiendos.
Cuando se tienen en cuenta estos cuatro principios, se pueden tomar unas decisiones que tienen mucha más coherencia ecológica y que son, por lo tanto, mucho más prácticas que las que se toman generalmente en la actualidad. La ciudad sostenible, la ciudad verde, la ciudad ecológica o eco-ciudad es aquella ciudad que basa su funcionamiento en la imagen de los ecosistemas de la naturaleza, es decir, que sigue el modelo circular: captación, aprovechamiento y utilización local de recursos, reutilización y reciclaje local de las materias y producción nula de residuos.
Aplicación de los criterios básicos de sostenibilidad en los sistemas urbanos.
Aplicar el concepto de sostenibilidad a las ciudades y pueblos donde vivimos es un ejercicio de creatividad, pues hasta hace poco eran muy escasas las ciudades que lo habían hecho. Es sólo a partir de la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, junio de 1992), donde se aprueba el voluminoso documento denominado Agenda 21, cuando muchas ciudades y pueblos inician el camino hacia la sostenibilidad. En realidad no hacían más que tomarse seriamente el Capítulo 28 de la Agenda 21.
La Agenda 21 fue uno de los documentos aprobados y adoptados por los representantes de los gobiernos de los estados-nación asistentes a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, junio de 1992), también llamada Cumbre de la Tierra. No es más que un plan de acción global con la finalidad de afrontar los retos más críticos que hoy en día se ciernen sobre la humanidad. La Agenda 21 es una guía que tiene que inspirar las políticas gubernamentales y privadas, además de las opciones individuales, a lo largo del siglo que se avecina.
El Capítulo 28 de la Agenda 21, titulado "Iniciativas de las autoridades locales en apoyo a la Agenda 21", entre otras cosas, dice: Antes de terminar el año 1996, la mayor parte de las autoridades locales de cada país tienen que haber realizado un proceso consultivo con su ciudadanía y haber alcanzado un consenso sobre una Agenda 21 local para su comunidad. Cada autoridad local tiene que establecer un diálogo con su ciudadanía, con las organizaciones ciudadanas y con las empresas privadas y tiene que aprobar una Agenda 21 local.
Para hacer realidad estos acuerdos se reunió la Conferencia Europea sobre Ciudades y Pueblos Sostenibles, que fue convocada por el Departamento de Asuntos Ambientales y Urbanos de la ciudad de Aalborg (Dinamarca). Esta Conferencia, cuyo programa fue preparado por el ICLEI -International Council for Local Environmental Initiatives-, contó con la co-organización de otras entidades europeas. La Conferencia contó con la participación de más de 600 representantes de entidades locales de toda Europa, y en ella se aprobó la Carta de Pueblos y Ciudades Europeas hacia la Sostenibilidad. Esta carta, además de contener una declaración consensuada que lleva por título, "Las ciudades europeas hacia un desarrollo sostenible", fue el inicio de una Campaña europea de pueblos y ciudades sostenibles. Representó también el inicio del proceso de compromiso de muchos pueblos y ciudades europeas en la Agenda 21 local, a través de Planes de Acción Locales hacia la Sostenibilidad.
Actualmente han adoptado este proceso más de 250 ciudades europeas de unos 30 países. En Catalunya, en la campaña de las elecciones municipales de 1995 y a propuesta de Els Verds, una formación política (la coalición electoral IC-Els Verds) aceptó el reto de elaborar Agendas 21 locales y se comprometió a ponerlo en práctica a lo largo de la legislatura 1995-1999. Hoy ya existen algunos municipios en los que el Consell Plenari de su Ayuntamiento ha aprobado la Carta de Aalborg, a iniciativa de concejales de diversas formaciones políticas. Pero todavía hay muchos municipios catalanes que no la han adoptado.
Las 600 personas asistentes a la Conferencia de Aalborg se transformaron, dos años y medio más tarde, en más de 2.000, que se reunieron en Lisboa (octubre 1996) en el marco de la 2ª Conferencia Europea de Ciudades y Poblaciones Sostenibles. Allí se redactó y aprobó El Plan de Acción de Lisboa: de la Carta a la Acción. La Campaña Europea de Ciudades y Poblaciones Sostenibles que cuenta con el apoyo del Grupo de Expertos sobre Medio Ambiente Urbano de la Comisión Europea (Expert Group, 1966) se está desarrollando en algunos cientos de ciudades y poblaciones europeas. A través del compromiso de los gobiernos municipales y de consensuar la creación de fórums participativos de Sostenibilidad y/o de Medio Ambiente, muchas comunidades locales europeas han iniciado, con bastantes contradicciones, el camino de la sostenibilidad.
En Catalunya nació (julio 1977) la "Xarxa de Ciutats i Pobles cap a la Sostenibilitat", que agrupa unos 150 municipios de nuestro país que trabajan para abrir la vía de la sostenibilidad a nivel local.
Los sistemas urbanos actuales: la sostenibilidad de las ciudades industrialistas.
A finales de los setenta Barcelona fue pionera en el estudio de la ciudad como un ecosistema. Fruto de este trabajo pionero apareció una publicación "Parés et alt", (1985). Este trabajo se perdió en el olvido y sólo se hizo de él una recuperación actualizada con ocasión de la exposición Barcelona funciona: la ecología de una ciudad que se mostró a la ciudadanía en el Parc de la Ciutadella (octubre 1986-enero de 1987). Con ocasión de la exposición también se hizo una publicación de dicho trabajo (Rodríguez, 1987). Paralelamente, aparecía publicado en una revista ecologista un artículo titulado "El municipi lliure i verd" (Alternativa Verda, 1984) donde se hacía una crítica radical a los sistemas urbanos industrialistas y proponía la estrategia básica para que los asentamientos humanos iniciaran el camino hacia la sostenibilidad y describía las tecnologías que nos permitían hacerlo.
Cualquier interpretación que se haga de un análisis ecológico de los asentamientos urbanos industrialistas nos lleva irremisiblemente a la conclusión de que las ciudades industriales son insostenibles a nivel ecológico: importan agua expoliándola de otros usos humanos y no humanos; importan energía destruyendo parajes para hacer en ellos explotaciones de carbón, inundando valles fértiles para construir en ellos grandes embalses, hipotecando territorios enteros con petroquímicas y nucleares y contaminando grandes extensiones con lluvias ácidas y radioactividad; importan alimentos y vegetales y animales producidos en lugares lejanos donde se ha impuesto el monocultivo intensivo, basado en productos químicos, que envenena y agota la tierra y produce enfermedades en las personas; importan materias primas que no tienen ni producen, condenan grandes regiones del planeta a ser sus suministradores. Todo ello para producir cada vez más productos innecesarios que tienen una vida cada día más limitada, que pasan de moda rápidamente y que se tiran una vez utilizados. Además generan y exportan cantidades crecientes de residuos, desde aguas altamente contaminadas hasta basuras de todo tipo, pasando por gases de efecto invernadero y otros gases contaminantes (muchos de ellos tóxicos), que la naturaleza no puede reciclar, unas veces porque se generan a una velocidad superior a la del reciclaje natural y otras porque son materiales que la naturaleza no puede reciclar.
Las ciudades industrialistas siguen el modelo lineal: captación distante de recursos, utilización local de productos, generación local de residuos y de contaminación y su vertido a los sistemas naturales cercanos y/o lejanos de la ciudad. Un modelo que sólo se reproduce inyectando cantidades crecientes de energía no renovable y a un coste económico bastante elevado (incluso sin contar los costes ecológicos y sociales que lleva aparejados). El diseño de sistemas sostenibles y la medida del grado de sostenibilidad.
Ha habido diferentes proposiciones de cara al diseño de sistemas humanos sostenibles. El diseño ecológico y la permacultura son dos de ellas. El diseño ecológico constituye la propuesta de la pareja Nancy Jack Todd y John Todd y de Sim Van der Ryn. Los Todd, fundadores en 1969 de New Alchemy Institute (Cape Cod, Massachussets), son autores de diferentes obras (Todd, 1984, 1994).
El galardonado arquitecto californiano es autor de una obra clásica de sostenibilidad (Van der Ryn, 1986) y presidente del veterano Farallones Institute de Sausalito, institución de investigación líder en diseño ecológicamente sostenible. En una obra pionera, los Todd (1994) describen los preceptos del diseño biológico a partir de su experiencia en el New Alchemy Institute:
1)el mundo vivo es la matriz para cualquier tipo de diseño; 2) el diseño tiene que seguir las leyes de la vida y no oponerse a ellas; 3) la equidad biológica tiene que determinar el diseño; 4) el diseño tiene que reflejar las características de la biorregión; 5) los proyectos se tienen que basar en las fuentes renovables de energía; 6) el diseño tiene que ser sostenible mediante la integración de los sistemas vivos; 7) el diseño tiene que ser co-evolutivo con el mundo natural; 8) la edificación y el diseño tienen que ayudar a curar el planeta; 9) el diseño tiene que seguir la ecología sagrada.
En una preciosa obra (Van der Ryn, 1996), el fundador del Ecological Design Institute nos propone los 5 principios del diseño ecológico:
1) Las soluciones crecen desde el lugar: el diseño ecológico empieza con el conocimiento íntimo de un lugar concreto, por lo tanto, es de pequeña escala y directo, responsable tanto ante la población local como las condiciones locales. Si somos sensibles a los lugares podremos habitarlos sin destruirlos; 2) La contabilidad ecológica informa el diseño: averigua los impactos ambientales de los diseños existentes y de los que propone. Utiliza esta información para determinar la posibilidad de diseño más adecuado ecológicamente; 3) Diseñar con la naturaleza: trabajando con los procesos vivos se respetan las necesidades de todas las especies, a la vez que se cubren nuestras necesidades. Al comprometernos en procesos que regeneren en vez de agotar, nos convertimos en más activos; 4) Cada cual es diseñador: escucha todas las voces en el proceso de diseño. Nadie es sólo participante o diseñador, cada cual es a la vez participante-diseñador. Honra el conocimiento especial que aporta cada persona. A medida que las personas trabajan juntas para curar los lugares donde viven, a la vez se curan ellas mismas; 5) Hacer visible la naturaleza: los ambientes desnaturalizados ignoran nuestras necesidades y nuestro potencial de aprendizaje. Al hacer visibles los ciclos naturales y los procesos volvemos a dar vida al ambiente diseñado. El diseño efectivo ayuda a informarnos de nuestro lugar en el seno de la naturaleza.
Otra importante aportación para ir convirtiendo las ciudades en sostenibles es el diseño permacultural a partir de la permacultura. La palabra permacultura define un sistema de diseño que abandona la organización sectorial lineal de los sistemas en los que se basa la sociedad industrialista a fin de crear vínculos entre los diversos elementos necesarios para cada tarea específica. Esta nueva rama del conocimiento desarrollada a partir de los trabajos de Bill Mollison (1988) nos enseña que cada elemento cumple distintas funciones y cada función puede estar formada por diferentes elementos. De este modo cada elemento mejora la función de todo el resto de una forma similar a lo que sucede en los organismos más desarrollados. La permacultura es un sistema de diseño orientado a la creación de una agricultura productiva y diversificada y a la consecución de ciudades sostenibles: los dos factores son esenciales a la hora de posibilitar la estabilidad de la vida en el planeta. Se basa en la observación de la naturaleza y los sistemas tradicionales de cultivo y de construcción e integra las nuevas ideas en la configuración de sistemas y en el diseño ambiental.
Declan Kennedy (1995), arquitecto urbanista alemán y, especialista en permacultura sintetiza así su visión de ciudades sostenibles: una ciudad de diversidad, compresible, bajo una mínima cobertura del sol, una ciudad con distancias cortas, una ciudad eficiente energéticamente, libre de emisiones tóxicas, que valora y preserva el agua, una ciudad que controla los detalles, una ciudad con edificios ecológicos, una ciudad productora de alimentos, tranquila, en paz, responsable de sí misma y una ciudad de valores humanos.
En los últimos años ha habido grupos que han elaborado nuevos conceptos metodológicos para medir el grado de sostenibilidad de una sociedad: el concepto de espacio ambiental (Friends of the Earth Netherland, 1992), los conceptos de huella ecológica (Wackernagel & Rees, 1996), los indicadores de sostenibilidad (Sustainable Seattle, 1993); The New Economics Foundation-WWF.UK, 1994; Berrini, M. & A. Valentinelli, 1996; Habitat II, 1996; Suita, L.A. (1998); Fòrum Cívic Barcelona Sostenible, 1997).
¿Cómo empezar a andar por la vía de la sostenibilidad?
En todo el mundo hay grupos de personas que trabajan para responder a esta cuestión, tanto a nivel urbano como a nivel rural. Incluso se hacen conferencias internacionales y existen redes de intercambio de información y de experiencias. Naturalmente el reto más importante que tenemos las personas que habitamos en las urbes industrialistas es el de definir estrategias para iniciar de una vez para siempre el camino hacia la sostenibilidad. Y no sólo definir estrategias, sino lo que es más importante: construir acuerdos y coaliciones entre grupos organizados y ciudadanos preocupados por apiñarse en el camino de la sostenibilidad. Un proceso participativo en que todas las personas participantes aprenden mientras avanzan. Cada área urbana tiene que elaborar y desarrollar un Plan de Acción ecológicamente orientado, pero también económico, cultural y social que ofrezca una calidad de vida suficiente para todas las personas que residen en ella y que esté en armonía con su bioregión.
Avanzar hacia una ciudad sostenible incluye el enverdecimiento de las ciudades (plantar, hacer crecer, cultivar todo tipo de especies vegetales en la ciudad) pero no se limita a la revegetación. Incluye muchas más cosas, como por ejemplo la conversión a energías renovables; el desarrollo de transportes adecuados; el reciclaje y la reutilización a todos los niveles; más traspaso de poderes a los barrios; el apoyo a las empresas pequeñas y cooperativas con sentido de responsabilidad social; la restauración de los hábitats silvestres; una amplia participación en la planificación de la sostenibilidad; y la creación de nuevas expresiones artísticas y celebraciones cívicas.
Ya existen muchos grupos separados que trabajan en diferentes sectores en el camino de la sostenibilidad urbana, y que pueden ofrecer sus planteamientos como elementos de un programa global, un paraguas verde que impulse los inmensos cambios culturales e institucionales que se necesitan. Que estos cambios se hagan con una perspectiva u otra dependerá por un lado de la ciudadanía y de las ONG y del otro de la capacidad de liderazgo que las personas comprometidas y las ONG más clarividentes sean capaces de asumir y de proyectar en el proceso de cambio. Por descontado, el desarrollo de este proceso se puede facilitar o entorpecer desde las distintas administraciones, dependerá en este caso de la capacidad de presión y de diálogo entre las partes actuantes en el proceso que se avance más deprisa o con más lentitud por el camino de la sostenibilidad.-
Josep Puig
Ecosiglo
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Quincha y bambú para reconstruir Haití
3 de Julio, 2010, 20:09
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Expertos peruanos llevan una versión mejorada de la quincha, para usarla en la reconstrucción de Haití, devastado por un terremoto el 12 de enero pasado, con un saldo de más de 200 mil muertos y un millón de casas destruidas. La misma técnica de reconstrucción fue aplicada con éxito en Pisco, tras el terremoto del año 2007.
Frente al mar de Pisco, un edificio antiguo aparece ileso en medio de innumerables casas derruidas y un malecón fantasma, destruido también. Es el local de la Capitanía de Puerto, el único edificio frente al mar de Pisco que permanece en pie tras el terremoto de 7.9 grados que azotó esa ciudad el 15 de agosto del año 2007.
-¿Con qué material está construido ese edificio?- pregunta José Morales, un joven proveniente de México que acaba de integrarse como voluntario en la organización "Pisco Sin Fronteras".
-Con quincha- responde Jaime Mok, un arquitecto peruano experto en edificaciones no convencionales.
En Pisco, el 70% de las viviendas quedaron afectadas por el terremoto, miles de personas perdieron sus casas. La ayuda llegó de todas partes, pero fue concentrada en el centro de la ciudad. Entonces las Asociación "Paz y Esperanza" de Perú, y las financieras "Diakonie Katastrophenhilfe" y "GTZ" de Alemania, decidieron ir a una zona rural más alejada, llamada "Cabeza de Toro" y "Santa Rosa" en el distrito de Independencia, donde no llegaba la asistencia. Allí organizaron a la población desde el 16 de agosto, un día después del terremoto, y emprendieron la tarea de edificar casas nuevas con lo que la naturaleza provee en el lugar: eucalipto, bambú, barro, paja, arena y un poco de cemento.

La técnica empleada fue la quincha mejorada, que consiste en construir marcos y listones de madera a los que se entrelazan varas de caña brava. Luego este tejido es recubierto con barro, que cuando seca recibe una ligera capa de arena y cemento pulido, lo que da un acabado idéntico a las construcciones de ladrillo, como un tarrajeado. Los techos, cuya base también es elaborada con eucalipto o madera, están armados con mallas tejidas de tiras de bambú, reforzadas con una cobertura de esteras. Por la forma ovalada de los techos esas casas son denominadas "domobambú" o "casas Tortuga".

"Estas casas tienen propiedades sismo resistentes, son térmicas y de bajo costo, y las paredes duras como el concreto. Nadie lo cree hasta que ve cómo han sido construidas. El bambú es un material noble y debemos difundir su uso en la construcción, es conocido como el acero vegetal. En el Perú tenemos toda una herencia del empleo de la quincha, ahí tenemos las casas republicanas limeñas, que han soportado muchos sismos y permanecen intactas", señala el arquitecto Jaime Mok, quien es coordinador regional de "Paz y Esperanza" en Ica.

Al comienzo, los pisqueños desconfiaban del empleo de tecnologías constructivas diferentes a la del concreto y ladrillo. Al igual que el adobe reforzado, los muros de quincha y los techos domobambú causaron dudas en cuanto a ser utilizados de nuevo pues la gran mayoría de las casas que se cayeron eran de materiales similares. Sin embargo, apostaron por la técnica mejorada, la cual fue desarrollada, en el caso de los techos domobambú, en los talleres de la Universidad Nacional de Ingeniería, y ahora han construido barrios enteros con quincha. Inclusive los pobladores aprendieron a construir ellos mismos viviendas de dos pisos con muchas habitaciones, y perfeccionaron una técnica Boliviana para purificar el agua insalubre de las acequias. Los pobladores de "Cabeza de Toro", en Pisco, lograron satisfacer rápidamente sus necesidades de viviendas seguras y mejoraron su calidad de vida.

Una esperanza para Jacmel
Esta experiencia ha sido compartida por la organización alemana "Diakonie Katastrophenhilfe" y los especialistas peruanos Rocío Quispe y Jaime Mok en Haití, asolado el 12 de enero pasado por un terremoto que dejó al país literalmente en ruinas. La reconstrucción aún no comienza, pero las autoridades haitianas consideran que ya es necesario contar con un plan para levantar casas seguras porque en Haití la devastación fue casi total, pese a que la intensidad del sismo (de magnitud 7.0 en la escala de Richter) fue menor a la que soportó Pisco.
¿Por qué la gran mayoría de edificaciones se cayeron? Los expertos peruanos comprobaron que en el país Caribeño las construcciones eran extremadamente precarias. A pesar que el principal material de construcción es la bloqueta o ladrillo de concreto color blanco, en la mayoría de los casos han sido mal elaborados tan mal que se pudo evidenciar cómo algunas bloquetas se desmoronan en las manos con sólo aplastarlas. La informalidad en la construcción fue un elemento muy grave, ya que por ahorrar costos los haitianos utilizaron concreto con poco cemento, edificaron columnas muy esbeltas y con pocas varillas de hierro. La falta de una adecuada planificación urbana agravó la situación. Casi todas las viviendas estaban ubicadas en zonas de alto riesgo. Antes del terremoto, Haití tenía un déficit de 1 millón de viviendas. Después del 12 de enero, a esa cifra se han sumado 200 mil viviendas que fueron destruidas o severamente dañadas. Lo peor de todo es que algunas familias están comenzando a reconstruir por cuenta propia sus casas con la misma precariedad e informalidad de antes.
"El desastre que se observa en Haití sobrepasa en extensión 100 veces lo vivido en Pisco. El grado de hacinamiento y suciedad de muchos campamentos y comunidades es realmente lamentable. No ha comenzado la reconstrucción aún. Sólo se ha logrado limpiar los caminos, pero los edificios y casas aún permanecen destruidos y sin remover sus escombros. El tráfico de vehículos es terrible en la capital, los campamentos y la estrechez de las carreteras lo complican todo", relata Jaime Mok.
Según información proporcionada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, en Haití decenas de miles de personas siguen viviendo bajo una lona impermeable sujeta por cuerdas y palos que pudieron ser rescatados de las ruinas. En Puerto Príncipe, la capital haitiana, han sido improvisados más de 500 campamentos donde la gente se amontona en un pequeño espacio de aquella ciudad ya superpoblada. En la semana que siguió a la catástrofe, la Cruz Roja suministró materiales para la construcción de refugios de emergencia a unas 20 mil familias. Desde entonces, ha proporcionado refugios de emergencia a unas 400 mil personas. La mayoría de estos refugios tienen por objetivo satisfacer las necesidades inmediatas de privacidad y protección, pero con la llegada de la temporada de los huracanes es creciente la necesidad de construir viviendas resistentes.
Los equipos de la Cruz Roja están trabajando día y noche para cumplir con un ambicioso objetivo: construir 20 mil refugios de un piso para las zonas rurales y urbanas y 15 mil unidades de dos pisos para familias residentes en zonas urbanas de Puerto Príncipe donde el espacio es escaso. La Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja asumió también la coordinación del grupo sobre refugios, un consorcio que engloba 36 organizaciones e instituciones humanitarias encargadas de proveer refugios de corto y largo plazo. "Se trata de un complejo y masivo esfuerzo que implica encontrar tierras, resolver problemas de títulos de propiedad, limpiar escombros, reubicar campamentos, construir refugios comunitarios, suministrar saneamiento, evaluar los edificios dañados, distribuir materiales de construcción y hallar mano de obra calificada, por sólo mencionar algunas de las tareas que deben realizarse", detalla la Cruz Roja en su boletín oficial.
Pero el problema de construir viviendas resistentes a los sismos y los huracanes no se limita sólo a Puerto Príncipe. En la ciudad de Jacmel, ubicada a tres horas al sur de la capital, el mayor desafío es encontrar lugares seguros y construir alojamientos permanentes. En esa localidad muchos de los lugares donde están siendo reubicadas las familias no reúnen las condiciones de servicios adecuados que garanticen la seguridad y la dignidad de la población, ni las facilidades para trabajar y ganarse la vida. Por eso los profesionales peruanos que llegaron a Haití sostuvieron reuniones con autoridades y les explicaron que en zonas rurales de Jacmel, que tiene cerca de 140 mil habitantes, donde el suelo es pobre, se puede emplear la quincha mejorada con un plan de crecimiento progresivo de la vivienda, y no priorizar tanto la construcción de viviendas de transición pues los gastos se duplican finalmente.
En Jacmel puede observase un gran daño en las edificaciones, sobre todo muchas viviendas colapsadas e inhabitables. De ahí la importancia de capacitar a la población para que autoconstruyan de manera masiva sus viviendas con quincha mejorada u otros, con propuestas que tomen en cuenta las costumbres, los escasos recursos existentes y los importables, así como las formas de vida de las familias haitianas. La opción de los expertos peruanos está planteada, los estudios están hechos. En Haití existen las condiciones adecuadas para construir viviendas con quincha mejorada, existen recursos locales que pueden ser empleados como relleno de muros y la madera requerida va a ser importada. En este momento lamentablemente no hay mucho bambú en Haití, pero varias organizaciones internacionales han fijado la meta de incorporar de manera agresiva su sembrío y empleo en la reconstrucción. Sólo falta la decisión de dejar de lado esa informalidad que resultó ser mortal.-
Las casas edificadas con quincha mejorada son sismorresistentes, y su elaboración tiene un bajo costo.
CASA DOMOBAMBÚ
- La casa modelo con techos domobambú es de 6 módulos. Cada uno mide 3m x 3m.
- El tiempo de construcción de la casa es de aproximadamente seis semanas.
- En el Perú el valor de los materiales para la casa es de S/. 6.000 –o US$2620.-, la misma cantidad del bono que el gobierno destinó para los afectados del terremoto de Pisco.-
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Marcelo Puelles Diario "La Primera"
Lima, Perú
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Construcciòn con fardos de paja
28 de Junio, 2010, 18:44
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Un sistema constructivo que ofrece ventajas evidentes desde el punto de vista de la energía incorporada y de la eficiencia energética.
Con el propósito de promover un espacio para la discusión sobre un sistema constructivo poco conocido en España, fundado en el uso de fardos de paja como elemento central de la construcción, Arquitectos sin Fronteras Castilla y León organizó en marzo de 2010 en Valladolid unas Jornadas técnicas, que atrajeron a una centena de interesados provenientes de distintos puntos de España.
Un ciclo de ponencias, en el que participaron expertos de distintas nacionalidades, sentó las bases de un debate sobre las posibilidades de un sistema de construcción poco convencional y muy desconocido, a pesar de la extensa bibliografía que existe sobre el tema en otros países. Se abordaron los pros y contras que entraña el uso de este material en la construcción, así como su potencial utilización en una región en la que el cultivo de cereales y consecuentemente la paja son una seña de identidad fundamental.
El marco para el desarrollo del evento era providencial. Pero, ¿por qué construir con fardos de paja?, ¿qué interés tiene y qué beneficios reporta? Las respuestas no son evidentes, pero tras reflexionar sobre ello las ventajas aparecen claras. La paja ha pasado en pocos años de ser un subproducto muy preciado por la población, con diversos usos, a un residuo del que los agricultores difícilmente se pueden deshacer. Por lo tanto, el recurso imprescindible que fue, hoy es considerado como un problema.
Se trata de una producción local y el material no precisa ser sometido a un proceso de transformación, por lo que se encuentra disponible en las proximidades, reduciendo significativamente el esfuerzo y la energía empleada para su producción y transporte hasta el lugar de la obra. Este aspecto resulta clave.
En la actualidad urge encontrar una solución para el sector de la construcción, que se erige como uno de los principales consumidores de energía primaria y, en este sentido, los fardos de paja constituyen una excelente alternativa. Frente a otros materiales de construcción, la paja consigue retener un volumen de CO2 superior al que es producido por el hombre para su fabricación y transporte. En este campo, no tiene rival.
La puesta en obra
El uso de fardos de paja en la construcción remonta a finales del siglo XIX, cuando fue concebida la máquina de empacar o enfardar. Existen ejemplos de casas con más de 100 años en los Estados Unidos y con casi un siglo en algunos países de Europa Occidental. Esta es la mejor de las pruebas de la efectividad de un modo de construir.
De forma general, podemos hacer referencia a dos sistemas constructivos básicos. El primero de ellos, que además constituye la referencia más antigua, es el que se basa en el uso de fardos para formar muros de carga, dando lugar a una estructura perimetral autoportante. Conocido comúnmente como sistema Nebraska. El segundo, que se ha generalizado ampliamente, es el que se fundamenta en la utilización de los fardos como elemento de cerramiento de distinto tipo. Con todo, sea cual fuere el sistema escogido, hay dos principios que se erigen cardinales: la elección de buenos fardos y el diseño de una buena cubierta.

En Ramiro, donde se ha llevado a cabo el taller práctico previsto en las Jornadas, se optó por usar los fardos de paja como elemento de cerramiento en una sencilla estructura de madera. En este caso se eligió para realizar el revestimiento un revoco a base de barro, disponible en la misma finca. Una elección que acrecienta las bondades de este tipo de construcción, que utiliza materiales existentes y útiles en el propio lugar y que favorecen la reducción de la energía incorporada en la edificación. El revestimiento exterior, o revoco final, se realizará a base de arena y cal, para conseguir una lámina de protección que favorezca la durabilidad de los muros, evitando un mantenimiento continuado de los mismos (embarrados periódicos).
Ventajas
Desde el punto de vista de la producción y del transporte de estas piezas, son varios los aspectos que pueden ser destacados: es un material que de forma periódica está disponible (anualmente renovable); requiere de muy poca energía para ser obtenido, en función de la escasa transformación que sufre; la producción es local, por lo que está disponible en las proximidades y no implica unos costes altos de transporte; además, hay una gran disponibilidad y existe una maquinaria para su producción y una infraestructura en buenas condiciones para su almacenaje.
Desde el punto de vista técnico y constructivo, subrayamos también varios puntos: es un material muy económico; su utilización en la obra no conlleva la generación de residuos o escombros; permite el uso de técnicas de construcción sencillas y facilita la rapidez en la ejecución de las diferentes fases en la obra, haciendo viable la autoconstrucción (lo que no quiere decir que no se requieran unos conocimientos técnicos básicos); presenta unas cualidades extraordinarias como aislante térmico y acústico, así como regulador higroscópico; ofrece una respuesta extraordinaria ante los movimientos de tierra (buena resistencia ante los terremotos).
Desde el punto de vista de la vida útil del edificio acabado, enfatizamos varios puntos positivos: constituye un inmueble con un ambiente saludable y sano; favorece un ahorro energético para mantener una temperatura de confort en el interior del predio, tanto en verano como en invierno;
En lo que se refiere a su asimilación final una vez demolido, ponemos de relieve, igualmente, algunos aspectos claramente favorables: tanto la paja que conforma los fardos como el revoco que se utiliza son enteramente reciclables y podemos enumerar varios usos (esencialmente para la paja): como fertilizante, puesto que la materia orgánica vuelve a la tierra; como fuente de energía, ya que puede ser utilizada como combustible.
Así, el uso de fardos de paja en la construcción, que supone una importante valorización de un residuo de la producción agrícola, nos permite tener en un único elemento las funciones portante y aislante que se le deben exigir al muro de cualquier edificación. Teniendo en cuenta que la energía incorporada es reducida y que el material puede ser reutilizado cuando deje de ser útil en el predio en cuestión.
Inconvenientes
Pero, ¿son todo ventajas? Si así fuera, ¿por qué no es ampliamente utilizado? Hasta la fecha y revisando una amplia bibliografía, no hemos tenido oportunidad de encontrar verdaderos inconvenientes asociados al uso de este material en la construcción de edificios con diferentes usos. Pero de lo que no cabe duda es que existen importantes peligros asociados a una mala praxis, a la ausencia de unos criterios técnicos que pauten las distintas fases de la puesta en obra de los fardos de paja. Precisamente una de las ventajas a las que hacíamos referencia más arriba, la rapidez en la construcción, puede estar asociada a errores o equívocos por una falta de previsión y planificación en la obra.
La humedad es, probablemente, el gran enemigo de este material. Por ello, respetar unas reglas para evitar que la humedad permanezca durante periodos prolongados en el interior del muro es fundamental, evitando la aparición de focos de podredumbre que podrían consolidarse y extenderse hacia otras partes del muro, provocando la descomposición y desestructuración del mismo. El fuego conforma el peligro más repetido y temido por aquellos que desconocen estos sistemas constructivos. No obstante, las pruebas y ensayos llevados a cabo en varios países (en Canadá, EE.UU. o Alemania, por ejemplo), demuestran la capacidad de resistencia de un muro de fardos de paja con un revestimiento de barro, cumpliendo ampliamente con los requerimientos de los diferentes códigos técnicos de la edificación definidos en cada lugar.
Así, podemos concluir que la falta de experiencias en España se debe más al desconocimiento y a los prejuicios existentes en torno a un material asociado indefectiblemente al medio rural y a las actividades agropecuarias, que a problemas serios vinculados a un material de construcción y a una práctica.
Una experiencia en Ramiro (Valladolid)
En una finca alejada del centro urbano, del que dista más de 1.500 metros, se ha llevado a cabo la que se considera la primera experiencia de una edificación con fardos de paja. Se trata de una construcción auxiliar en la Granja Cantagrullas, que se destinará a almacén de materiales y aperos usados en la actividad productiva principal. La edificación, con una superficie total de 25 metros cuadrados, ha sido concebida con una estructura portante de madera y con un cerramiento en el que se han utilizado pacas de paja. Se han tenido muy en cuenta las características del terreno, que presenta algunas ventajas, así como la disponibilidad de arcilla de excelente calidad para los revestimientos de la edificación o el carácter casi plano del mismo y, por otro lado, algunas desventajas, como la mala aptitud del suelo para drenar el agua de precipitación. Unas y otras, han influido en la concepción del proyecto, que se ha adaptado a las necesidades de los promotores y a las cualidades del lugar. De forma resumida y concreta, abordamos, a continuación, algunos de los aspectos clave que han definido la idea y la ejecución del proyecto.

Cimentación – zócalo
Sabemos que la humedad es uno de los enemigos fundamentales en las casas hechas con fardos de paja. Por ello, desde la base hasta la cumbrera, ha de ser considerado este aspecto, para evitar la podredumbre en la paja.
Se ha diseñado una cimentación mediante zapata corrida, en la que se encuentran ancladas mediante pernos las placas de anclaje sobre las que asientan los pilares de la estructura. Es una zapata de dimensiones moderadas concebida con hormigón armado. Adosado a la zapata por el exterior se pretende colocar un sistema de drenaje perimetral, mediante grava y tubos perforados corrugados de polietileno. Estos elementos nos van a facilitar la evacuación del exceso de humedad del suelo.
Sobre la zapata se ha planteado un zócalo a base de bloques de hormigón, con la finalidad de distanciar del suelo la primera hilada de fardos. Este zócalo está compuesto por dos filas paralelas de bloques con dos alturas cada una. La anchura final del zócalo equivale a la del fardo de paja, de modo que quedará finalmente oculto tras un revestimiento continuo que unifique el conjunto del cerramiento.
Humedad del suelo–aislamiento (impermeabilizante – bastidor)
Aislar los fardos de paja del suelo, para evitar que se vean afectados por la humedad que pueda ascender, es fundamental. Así, se ha decidido la instalación de una capa impermeabilizante en la parte superior del zócalo. En este caso se trata de una plancha impermeable de goma, aunque el abanico de materiales para llegar a esta solución que existe es amplio.
Inmediatamente sobre ella, se ha diseñado un bastidor de madera en forma de escalera, sobre el que asentarán directamente las pacas. Evitamos, de este modo, el contacto directo entre el material impermeabilizante, que no suele facilitar la transpiración, con la paja. Este bastidor, que posee la anchura del zócalo y de los fardos, constituye un elemento amortiguador fundamental. Los huecos que posee en su interior se rellenan con arcilla expandida, lo que otorga a este estrato del muro un papel esencial en el saneamiento del mismo, gracias a su capacidad de absorción de humedad.
Disposición de los fardos de paja
Para esta obra se ha optado por instalar las pacas de paja de canto, de modo que las cañas estén en posición vertical. Esta opción, aunque supone una menor anchura del muro en relación a una paca dispuesta plana, ofrece mayor aislamiento térmico, debido a la orientación de los tallos. De esta forma, para una misma superficie construida ganamos más superficie útil.
Las primeras hiladas, se disponen sucesivamente sobre el bastidor de madera en el que se han preparado y anclado unas estacas de madera, para evitar posibles movimientos del muro durante la ejecución de la obra. Un movimiento que desaparece a medida que realizan las diferentes fases del enfoscado.
Los fardos de paja se han ido solapando los unos sobre los otros a mata juntas, y al mismo tiempo para conseguir una mayor coherencia estructural frente a empujes horizontales, utilizamos varillas de acero corrugado hincandas conectando varias hiladas entre sí verticalmente. Para los huecos y juntas que resultan de la disposición de las pacas, se utiliza una masa de mortero de cal, que nos ayuda a dar mayor estanqueidad al muro, permitiendo la realización óptima del posterior revestimiento de acabado.
Huecos para puertas y ventanas
En la edificación se ha previsto la colocación de tres huecos, dos de los cuales se corresponden con ventanas y uno de ellos con una puerta de paso. A medida que vamos levantando las hiladas de fardos, se han ido planteando los premarcos de madera directamente sobre la paja, sin utilizar ningún tipo de aislante o impermeabilizante entre ambos materiales que pudiera dar lugar a condensaciones y humedades indeseables.
Se ha optado por premarcos de la misma anchura final que adquirirá el muro, de modo que al instalarlos observamos un margen suficiente a cada lado del fardo (interior y exterior del muro), que debe ser equivalente al espesor del revestimiento que se desea dar al muro. Se facilita la instalación y se consiguen excelentes acabados del muro una vez revocado. Para lograr un buen armado entre los premarcos y las pacas, se ha optado por la colocación de varias estacas realizadas con varillas de madera insertadas en los laterales del premarco, que lo conectan con las pacas.
Revestimiento
El revestimiento de protección ha sido concebido a base de barro. El primero de los enfoscados que se realiza, que tiene un espesor reducido, tiene como objetivo crear una capa de imprimación bien adherida a los fardos de paja, por lo que la composición de este mortero se fundamenta en una matriz en la que la arcilla tiene un papel preeminente. Se ha realizado a mano, sin la ayuda de herramienta o útil alguno, asegurando la perfecta cubrición de toda la superficie.
El segundo de los revestimientos, que constituye la capa de mayor espesor, tiene una composición diferente. La composición deja de ser tan arcillosa y tiene una mayor proporción de arena. Se debe conseguir una masa más ligera, que conforme una corteza de espesor considerable que facilite la transpiración del muro otorgándole coherencia al mismo tiempo. Este revoco se realiza ayudado por una revocadora, consiguiendo así agilizar los trabajos y unos acabados más regulares.
Realizamos un revestimiento final. Se trata de un mortero de barro y cal, que constituye el enlucido exterior del muro. Esta capa, aplicada con llana, protegerá de la intemperie el revestimiento de barro.
Estos constituyen algunos de los puntos cardinales del proyecto experimental que se lleva a cabo en el municipio de Ramiro.-
Rubén Valbuena Barrenechea (Ph.D, Geògrafo)
Ricardo Lòpez Sanchez (Arquitecto)
Daniel Herrero Luque (Geógrafo)
Enlaces Externos:
lapajaenlaconstruccion.wikispaces.com lamaisonenpaille.com
flickr.com/photos/lapajaenlaconstruccion/sets/
www.strawbale.com
Fuente: CONSTRUIBLE.es
06/06/2010
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¿Males ambientales o Consumismo estúpido?
24 de Febrero, 2010, 13:25
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Dos pastores alemanes, típicos representantes de Europa o de EE.UU., consumen más en un año que la vida de cualquier persona de tipo medio en Bangladesh, según las investigaciones de los expertos en sostenibilidad Brenda y Robert Vale, de la Universidad Victoria en Wellington, Nueva Zelanda. Así las cosas, ¿Los males ambientales del mundo son realmente el resultado del número creciente de seres humanos en el planeta, que se prevee llegar al menos a nueve millones de personas para el año 2050? ¿O es más bien debido al hecho de que mientras la población humana se ha duplicado en los últimos 50 años, hemos aumentado nuestro consumo de recursos en cuatro veces?
Después de todo, los cerca de 40.000 asistentes a la reciente conferencia sobre el clima en Copenhague, produjeron más emisiones de gases de efecto invernadero en sólo dos semanas, que 600.000 etíopes en un año. De hecho, los 500 millones de habitantes más ricos del mundo, producen el 50 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, en comparación con el 6 por ciento producido por los 3 mil millones más pobres del mundo, los estadounidenses consumen 88 kilos de materia (tales como alimentos y agua, pero también plásticos, metales y otras cosas) por día, es decir, día tras día.
En pocas palabras, lo dijeron las Naciones Unidas para la Evaluación de Ecosistemas del Milenio en 2005: "La actividad humana está alterando tanto las funciones naturales de la Tierra, que ya no puede darse por sentado que los ecosistemas del planeta sean capaces de sustentar a las generaciones futuras".
Y el consumismo ni siquiera cumple con su promesa de una vida mejor. "No sólo causa estragos sin precedentes en el medio ambiente, en en muchos casos, tampoco supone el bienestar prometido", afirmaba Christopher Flavin, presidente del Instituto Worldwatch, durante una conferencia de prensa la semana pasada, para divulgar su nuevo Informe del Estado Mundial, "La transformación de las Culturas: del consumismo a la sostenibilidad". "Los tipos de cambios en política que se discutieron en Copenhague, también son fundamentales y, de hecho, se complementan con un cambio cultural [del consumismo a la sostenibilidad]"
¿Qué quiere decir un cambio cultural? Bueno, por ejemplo, un cambio de las actuales formas de enterramiento occidental, inyectando productos químicos tóxicos en los cadáveres, sellándolos en carísimas cajas no degradables, enterrados después en cementerios que conservan el 'verdor eterno' con fertilizantes y pesticidas, diseñados para cicatrizar heridas familiares, así como el medio ambiente local (en última instancia, esto los convierte casi en reservas naturales). "Dos siglos de cultivo intencional del consumismo nos ha llevado a verlo como algo perfectamente natural sin preguntarnos por qué y cómo consumimos", argumentó Erik Assadourian, autor principal del informe de Worldwatch.
Los investigadores del Worldwatch identifican seis instituciones clave que deben ser cambiadas para promover la sostenibilidad: educación, negocios, medios de comunicación, gobierno, movimientos sociales y tradiciones culturales. "No es un proyecto de confección completamente nuevo", apuntaba el coautor del informe y politólogo Michael Maniates de Allegheny College en Pennsylvania. "Hay fuertes elementos culturales que saben apreciar cosas como la frugalidad o el ahorro. Necesitamos volver a centrarnos en esas condiciones de la cultura que exigen que volvamos a esa parte de nosotros que ha sido suprimida".
Tampoco se trata de una ética cultural del consumismo que limite a los países desarrollados, ya que los países en desarrollo lo han adoptado como modelo económico. "El consumismo se extiende por todo el globo", añadió Assadourian, destacando entre otras cosas, que China ya ha superado a los EE.UU. como el mayor mercado de automóviles nuevos, así como el mayor emisor de gases de efecto invernadero. "¿Esto se va a seguir extendiendo? ¿O son los mismos países que empiecen a reconocer que este no es el buen camino?"
Al mismo tiempo, un cambio cultural puede estar ya en marcha, representado por esfuerzos como los de Ecuador, para consagrar los derechos de la "Madre Tierra" en la constitución del país, o los de Estados Unidos, basados en un sistema de fabricación que pueda crear un producto que no requiera el uso de nada del mundo natural que el mundo natural no pueda sustituir.
En términos generales, sin embargo, estos esfuerzos han quedado sumergidos en un mundo inundado por la creciente ola de consumismo, en especial alrededor de los más recientes artilugios electrónicos. Pero quizás la lujuria de la última repetición mercantil de Apple pueda ser sustituida por lo que el inventor Saúl Griffiths llama el "legado de la cultura", productos que duran toda una vida y más allá. "En esencia, el mundo de lo desechable será sustituido por lo sostenible", señalaba Assadourian, "un mundo donde el machismo no está asociado con el tamaño de un coche, hasta no ser necesario tener ninguno en absoluto".
En otras palabras, tenemos una economía estúpida dirigiendo a los consumidores. Ah, dicen los anunciantes: "No somos tontos, ni ignorantes, ni siquiera tenemos valores necesariamente malos respecto al medio ambiente", agregaba Maniates. "Estamos tratando de hacer lo mejor posible dentro de los sistemas culturales que realzan las opciones no sostenibles".
Por supuesto, y al mismo tiempo, a Worldwatch le gustaría vender a $ 19.95 una versión de bolsillo de su informe, o a $ 9.95 en un PDF, o meter su documento electrónico en un Kindle (otro artilugio) ... Evitar las conexiones de la ética capitalista de consumo sigue siendo algo más fácil de decir que hacer.
David Biello 26/01/2010
Fuentes: BitNavegantes (Castellano)
Scietific American (Inglès)
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Habitar la Tierra
8 de Noviembre, 2009, 15:44
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Manifiesto por el derecho a construir con tierra cruda.
Las revistas EcologiK y Architectures à vivre se unen con CRATerre, de la Escuela Nacional Superior de Arquitectura de Grenoble y la cátedra UNESCO para lanzar una llamada de solidaridad con el fin de defender el derecho a construir con tierra cruda. El empleo de este material concilia en efecto la cultura con lo social, la ecología y la economía, pilares del desarrollo sostenible. Este manifiesto revindica el valor universal de las arquitecturas de tierra como patrimonio mundial y como respuesta contemporánea ineludible para un futuro eco-responsable.

Desde hace once milenios, la humanidad demuestra una sorprendente capacidad para construir con tierra cruda, desde las sencillas habitaciones hasta palacios y ciudades enteras. Hoy, en contextos y territorios muy variados, este material de construcción sigue siendo el más utilizado, ya que un tercio de la población mundial vive en un hábitat de tapial, de adobe, de bahareque, quincha o encestado, de tierra apilada ó cob o de bloques de tierra comprimidos.
Humildes o monumentales, estas arquitecturas están presentes en 190 países: demuestran una calidad de vida en lo cotidiano, y de innovaciones técnicas, que mezclan el saber hacer y la audacia, el arte y el virtuosismo. Mientras estas construcciones están siendo ahora revalorizadas o redescubiertas por los profesionales y el público en general, otros las rechazan, las destruyen, hasta las prohíben en el nombre de nuevas normas de construcción para el hábitat de hoy y de mañana. Sin embargo, existen numerosas realizaciones arquitectónicas contemporáneas en tierra, generalmente construidas de forma solidaria, que son ejemplares, innovadoras y hermosas. Aunque ellas responden completamente a lo que deseamos para nuestro tiempo y para las generaciones futuras, ellas son hoy frecuentemente descuidadas, desvalorizadas ó ignoradas.
Nosotros afirmamos que, frente a los objetivos cruciales ligados a la preservación del entorno natural, a la diversidad cultural y a la lucha contra la pobreza, el uso del material tierra es ineludible e irreemplazable. Revindicamos el derecho a construir con tierra porque cada ser humano tiene derecho a un hábitat adaptado a sus necesidades y a sus recursos. El hábitat y el urbanismo de mañana deben de contestar de manera duradera a esta aspiración.
Construir con tierra, es replantear a la vez globalmente y localmente el empleo de los
recursos de nuestro planeta asociando tierra, agua y sol en un verdadero desafío técnico, cultural, social, económico y medioambiental.
Construir con tierra, es defender el derecho a poner en obra un material de construcción natural y ecológica, abundante, fácilmente disponible y accesible a la mayoría, con el fin de permitir a los más desfavorecidos construir su hábitat "con lo que tienen debajo de sus pies".
Construir con tierra, es promover los recursos locales, a la vez humanos y naturales, mejorar las condiciones de vida, valorar la diversidad cultural y mantener los sistemas de ayuda mutua para la construcción y el mantenimiento del entorno construido.
Construir con tierra, es emplear un "hormigón natural" que ofrece una verdadera alternativa ecológica y económica frente a los materiales y a los procesos de producción nocivos para el entorno.
Construir con tierra, es revalorizar, adaptar y transformar más de 11000 años de conocimientos y de saber hacer, y asociar un material secular a una arquitectura innovadora.
Construir con tierra, es reconocer el valor cultural del hábitat vernáculo, oponerse a las destrucciones, incitar a la rehabilitación y la puesta en seguridad de un edificio, respetando el material y la expresión arquitectónica.
Construir con tierra, es seguir el desarrollo del arte de construir y su puesta en forma compleja en un conjunto, uniendo arquitectura, estética y decoración.
Construir con tierra, es desarrollar la innovación para optimizar el material, simplificar su puesta en obra y producir nuevas arquitecturas.
El objetivo de este manifiesto a favor de la construcción con tierra es de:
- Hacer saltar los frenos e impedimentos debidos a una reglamentación y a unas normas constructivas totalmente inadaptadas al material y a sus usos ;
- favorecer la formación de profesionales para la construcción contemporánea y tradicional, la restauración y la conservación del patrimonio en tierra cruda ;
- profundizar la investigación científica sobre la materia, el material, las técnicas de producción, la conservación del patrimonio y la arquitectura contemporánea, con el fin de mejorar la calidad del alojamiento;
- enseñar la arquitectura de tierra como una disciplina propia, en particular en las escuelas de arquitectura, de ingeniería y las formación en ciencias humanas.
Al lanzar "Habitar la tierra: manifiesto para el derecho de construir con tierra cruda", hacemos la apuesta por la innovación con el fin de aceptar el reto desafío de una arquitectura eco-responsable en los países tanto del Sur como del Norte.-
CRATerre, Escuela Nacional Superior de Arquitectura de Grenoble, Red Cátedra UNESCO, EcologiK, Architectures à vivre, Dominique Gauzin-Müller, Jean Dethier, Lipsky-Rollet, Anna Heringer, Martin Rauch, Francis Diébédo Kéré, Marcelo Cortes, Rick Joy, Red PROTerra, AsTerre, Sandy Minier.
Traducción de Virgilio Ayala, Sandy Minier y José María Sastre.
Habitar la Tierra (en francès)
Pueden adherirse al Manifiesto entrando en http://elistas.egrupos.net/lista/arqui-terra/datos/9
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